La vida es hardcore, un cuadro pintado sin marco,
donde marco mis pasos, donde paso mis marcas,
donde pisadas quedan marcadas si el tiempo no las borra,
ya quedan pocas, algunas mañanas son rocas,
hacen que parezca que las nubes presionan, el aire ahoga,
no quedan personas a las que rogar, nadie te arropa,
desnudo con ropa, la intemperie me sobra,
mi boli suelta veneno de cobra, el de la lengua viperina que toca,
tu piel, te descoloca, la onda expansiva de esta bomba,
mi rap explota y la vida explota con él, añicos de historia sobre el papel,
la vida es cruel, si no la tratas bien, yo saqué de paseo a mi verso,
y las vecinas paraban para jugar con él.
Luego escapé, a donde nadie me ve, yo no crecí, yo florecí,
yo soy la flor que no deja ver su esplendor, crezco en un rincón,
sé dónde estoy, y lo que perdí, nadie nada me regaló, hoy lo agradezco,
porque sé qué significa el sudor, no desfallezco,
escalo la montaña, no es una montaña que otro construyó,
destruyo lo que miro cuando fluyo, rapeo como si mi verso fuera el último,
intimo, conmigo mismo, en este abismo, y no es lo mismo que estar contigo,
pero sigo, por este túnel, y sé que hay luz en él,
aunque no la pueda ver y flores disparadas por revólveres,
un lugar para volver a tener ilusiones,
donde rejuvenecer, para permanecer como si pudiera ver amanecer cada vez que despierto,
el túnel sigue abierto y sin final, y todo caminante necesita descansar,
irradio frecuencias si me concentro, soy epicentro, de lo que llevo dentro,
los sentimientos que nunca dejo escapar -miento-, dejo escapar algunos si no hay más remedio.
Sonrío mientras pienso que sólo yo, puedo rapear esta letra, los demás sólo pueden aprendérsela,
¡escúchala! Si me dejan cantar, otros MC’s resoplan, tachan lo que tenían,
y me preguntan ya por la Gran Familia, esto terminará como Hiroshima,
ellos dan lo que pueden yo puedo con todo lo que dan, no lo hacen bien:
ellos quieren hacer rap y yo quiero al rap, y nada más.
Yo y mi circunstancia, no es apariencia, camino sobre una cuerda, que es la distancia que concuerda,
con el espacio entre barreras que sujetan, y se balancea, no sé si dejarme caer,
o caer para dejar ver la caída que espera, escucha mi secuela, la cual se cuela por la rendija,
de la vasija donde guardas tus poemas, si ya no queda fuerza para remar,
si pasan las cosas cuando menos te lo esperas, es porque si esperas las cosas no llegan,
tienes que salir a buscarlas, y buscar y buscar, hasta que las encuentras,
somos una botella del mejor champán, que se revienta en tu cabeza, porque escribimos con delicadeza,
pero escupimos lo que decimos con firmeza, no lo imaginas, cambia tu prisma,
real como la vida misma, estuve en el letargo hasta que me dieron un nombre que defender -jefes- y un encargo,
llevar a puerto este barco, al otro lado del charco, la vida es hardcore, venimos a vivir sin saber por cuánto,
qué objetivo está marcado, encarcelados en un planeta cerrado,
rezando al que imaginamos como carcelero de este antro, y nadie hace caso -¡nadie hace caso!-,
yo sólo paseo mis pasos, intentando, que vayan sin retraso,
que el tiempo no se para, hermano, pero puedes dejar de mirar el reloj insano,
disfrutar lo cotidiano, no lo dejes para otro día, no. No uses nuestro nombre en vano, ¡que no!
Tienen vidas parecidas pero no resueltas, si te arrastra la corriente da la vuelta,
que la manada siga al sol que más calienta, tú y yo saldremos por la otra puerta,
si quieres viajar en esta mente, paga el billete, y ya echaremos cuentas,
te llevo donde quieras, allá donde no llegan las aceras, y verás,
que puedes soltar la vida que llevas y arrojarla fuera, lo puedo contar de mil maneras,
cuento con unos cuantos y soy afortunado por poder contarlo, así como me expreso, me siento un preso liberado,
si hay estampida, mira para otro lado y respira… siempre hay otra salida… la vida es hardcore, y mi hardcore es la vida.